miércoles, 9 de diciembre de 2009

Leer los periódicos

He perdido la cuenta de las veces que, durante la carrera, algún profesor, en tono imperativo, nos ha repetido: "Leer los periódicos". Y aún hoy, acabada la carrera, nos lo siguen repitiendo incesantemente.  El último, hace diez minutos. "¿Cuántos periódicos leéis al día?", nos ha preguntado. El ABC ha dado pleno, era el único que leíamos todos. Eso sí, sólo desde hace dos meses.
Los profesores argumentan que para ser periodistas debemos tener mil ojos y estar atento a todo lo que ocurre a nuestro alrededor, y, para ello, debemos empezar leyendo: leyendo la prensa, la propia y la competencia, leyéndola con ojos de periodistas... También nos dicen que leyendo buenos artículos aprendemos a escribirlos, vamos, que "se nos pega".
Pero no hacemos demasiado caso y no los leemos, o los leemos a regañadientes, sin disfrutarlos, medio obligados.
Escribo en el intermedio entre la asignatura de "Escritura y verdad" y la de "Relaciones internacionales". Cuando, en media hora, el jefe de internacional venga a mandarnos prácticas de Somalia y hablarnos de Copenhague, lo primero qué nos preguntará es si nos hemos leído la sección de Internacional. Nos la habremos leído, pero sólo hoy; mañana nos dará pereza.
¿Por qué si nos gusta el periodismo y durante cinco años de carrera nos han repetido mil argumentos para que leamos la prensa no han conseguido que la leamos?

Recuerdo unas prácticas en las que la parte que más me gustaba de la jornada era llegar a la inmensa redacción, observar, una al lado de la otra, las portadas de todos los periódicos, y recoger un ejemplar de cada uno de ellos para pasarme la mañana leyéndolos. No hice demasiado en esas prácticas pero leí la prensa más que nunca. También es cierto que venía motivada de los meses anteriores.
Durante unos cuantos meses en el penúltimo año de carrera, lograron motivarme de tal modo que devoraba la prensa. Volvía de la facultad cargada con los ejemplares del día anterior, me sentaba después de cenar en el sofá, con mi gato ronroneándome sobre la falda, con bolígrafo y tijeras, y me leía todos los periódicos. En algunos, mi lectora precedente, de la que heredaba todos los periódicos, me había dejado anotaciones, llamadas de atención, y el hecho de saberlo y buscarlas, aumentaban aún más mi interés por leer aquellos periódicos. Realmente, los leía con devoción.

Cuando llegamos al máster por la mañana, nos dan a cada uno un ejemplar del ABC. A lo largo del día, lo voy hojeando. En días como hoy, con clases, me detengo en Internacional. Pero por lo general, Cultura y Local son las secciones en las que más me recreo. En otros periódicos, también Sociedad, pero en éste no, ya que esa Sociedad podría llamarse aquí Religión y Monarquía, que son los únicos temas que trata. Nacional y Economía las leo atendiendo a las recientes clases de Política y a aquellas prácticas en las que leía periódicos. La de Deportes la paso.
Intento echar un vistazo a los demás, pero tenemos un ejemplar para los quince y, mientras nadie abre Expansión, El País, antes de media mañana, ya ha desaparecido. Alguien lo roba...
No es tan fácil encontrar tiempo para leer los periódicos con el detenimiento que deberíamos, y la pereza no es buena aliada, pero, al menos nosotros, que nos dedicamos a esto, deberíamos ser capaces de encontrar ese tiempo, y sobre todo, de creernos realmente que leer los periódicos nos va a servir para algo. Los profesores siguen repitiéndonoslo pero no consiguen motivarnos. Pero yo sé, porque hubo un pasado en que así fue, que algunos lo consiguen. Y nos enseñaron, y algo queda, a disfrutar -y mucho- leyendo los periódicos.

3 comentarios:

J.J.Madueño dijo...

Lee los periódicos!!!! No tiene que ser en papel yo diariamente no leo más de dos en papel, pero deboro el resto en ediciones digitales, además de los blogs.

Fernanda Muslera dijo...

Pues yo antes dedicaba más tiempo a leer el periódico que ahora, que tengo mil cosas por hacer y no me alcanza el día. Lo leo, pero más superficialmente. Lo extraño,al igual que tener más tiempo para los libros o el cine. ¡Quiero un día con más horas!

Patricia Gardeu dijo...

en internet, en papel, los blogs, las prácticas, dormir... más horas pero sin que eso implique más actividades....