lunes, 22 de marzo de 2010

La táctica


“Mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendemos simulacros”, escribió Mario Benedetti.


Ser franco es la única táctica posible. Ante las críticas y ante la literatura. Ser franco con uno mismo por encima de las lluvias o de la primavera. Ser sencillo, ser sincero, ser leal y ser coherente. Eso es ser franco. Quedarse con lo que se ha aprendido por encima de lo que se ha perdido. Y llegar hasta el final porque tú y sólo tú crees que eres capaz de ello. Si nos vendemos simulacros está todo perdido. Si nos dejamos llevar por las pesadillas, nos despertaremos con sueño. La única táctica es ser consciente e ignorar todo aquello que no merece la pena. La semana en el máster ha empezado con malas caras. Llevar el pasotismo al límite puede ser la mejor opción para que la irregularidad sea realmente irregular y para que las crisis existenciales no sobrepasen las pasiones innatas. Si quieres caldo, toma dos tazas. Refranero popular. "Ante la duda, haz periodismo", nos dijeron el primer día. Ante la duda, sigue adelante teniendo claro en qué crees y en qué no. Lo demás da lo mismo. 
Y una canción...

Que el maquillaje no apague tu risa,
que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas,
que el diccionario detenga las balas.
Que las persianas corrijan la aurora,
que gane el quiero la guerra del puedo, (para Cris)
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo.
Que el fin del mundo te pille bailando, (para Fer)
que el escenario me tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo, (para las entradillas)
ni ciento volando, ni ayer ni mañana.
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Que las verdades no tengan complejos,
que las mentiras parezcan mentira,

que no te den la razón los espejos,
que te aproveche mirar lo que miras.
Que no se ocupe de tí el desamparo,
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.

Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas
, (para Virgi)
que no te cierren el bar de la esquina.
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.

J.Sabina.

2 comentarios:

NACHO PRADA dijo...

Yo no he visto malas caras, Patri.

Fernanda Muslera dijo...

Es una buena la táctica de ser franca, Patri. Aunque lo del pasotismo no me convence. Me encantó eso de las entradillas, jaj, escuchaste mi riosotada.